miércoles, 29 de noviembre de 2017

LA GRAN BANDERA ROJA SIGUE VIGENTE




*Ponencia presentada en la Conferencia Internacional de Barcelona, realizada el 03 de noviembre del presente año.
Expresamos un fraterno saludo a los trabajadores, generadores de la riqueza material y a los compañeros de la Conferencia Internacional de Barcelona, convocada por el Movimiento Popular Perú.
Ámbito Internacional
Actualmente dentro de la realidad internacional se sigue viviendo la tensión sobre una probable Tercera Guerra Mundial, donde los intereses económicos imperialistas siguen en juego por la repartición del mundo, occidente liderado por los EEUU y su brazo armado la OTAN, contra oriente: Rusia, China, y adicionalmente Corea del Norte.
¿Cuál es el trasfondo de esta situación?
Se puede afirmar que el imperialismo está en declive económicamente: la deuda externa mundial está sobre los 200 billones de dólares, el sistema está colapsando. La contradicción entre el imperialismo de un lado y las naciones y pueblos oprimidos del otro, es cada vez más evidente.
También la contradicción entre súper-potencias imperialistas, un posible ataque hacia la primera potencia mundial, a través de una bomba atómica o de pulso electromagnético, un ataque de gran magnitud que podría dejar sin suministro eléctrico no solo a EEUU sino también al resto de regiones aledañas de Norte - América.
Las tensiones por los ataques “terroristas” siguen su curso desde el último atentado ocurrido en Mogadiscio - Somalia el pasado 14 de octubre, donde el grupo extremista ISIS (manipulado por EEUU) fue el partícipe de este atentado que cobró un promedio de 300 víctimas, sin olvidar el tiroteo que también cobró la vida de 60 personas en la ciudad de Las Vegas el pasado 1 de octubre.
En el lado del proletariado y los pueblos, poco a poco se va retomando la organización y la lucha, las banderas rojas y el maoísmo se van encarnando entre las masas. No es un proceso rápido ni fácil, pero hacia allá vamos. Más aún celebramos con alegría el 100 Aniversario de la Revolución de Octubre, donde el pueblo y el proletariado bajo la guía de Lenin y Stalin construyeron un nuevo poder, un nuevo sistema el socialismo, cuya valía sigue en pie a pesar de las derrotas de 1956 y 1976, son solo recodos en la gran marcha revolucionaria histórica y mundial.
Ámbito Nacional   
De lo que concierne la realidad nacional, el capitalismo burocrático no puede recuperarse; ahora las clases dominantes vienen con el tema de la ‘consulta popular’ donde casi los partidos políticos desde la derecha tradicional hasta la pseudo izquierda burocrática están con el incondicional apoyo del SI a las 7 preguntas. Cabe recalcar que este proceso “democrático” no es más que una cortina de humo, que no tiene ningún aporte para el pueblo ecuatoriano, más bien es una pugna por el reparto estatal entre la burguesía burocrática y la burguesía compradora. (véase http://nuevajuventud20.blogspot.com/2017/09/abajo-la-gran-farsa-de-la-consulta.html).
Mientras tanto los casos de corrupción de Odebrecht no salen por completo a la luz, las disputas del oficialismo ya fraccionado continúan entre morenistas contra correistas por el caso J. Glass hoy actualmente destituido de sus funciones, detenido y procesado.
Cabe recordar que el país continúa con la crisis política dejada por la “década ganada” de Rafael Correa que hoy en día están empezando a salir a la luz, obras con problemas de infraestructura como lo son escuelas del milenio, hospitales, centros infantiles, a la vez la obra paralizada como es el caso de la Universidad de Yachay por situación presupuestaria.
La deuda externa bordea los 60.000 millones de dólares y se seguirá incrementando mientras el país siga siendo oprimido por el águila del norte y/o el gigante amarillo. Se seguirá entregando al patrón chino más áreas naturales para la explotación de hidrocarburos, el petróleo continuará siendo revendido para los siguientes años, hasta cuando la clase trabajadora empiece a tomar conciencia que el progreso de un país NO significa consultas, reformas y elecciones, SINO  el compromiso de levantarse, organizarse y luchar contra quienes gobiernan actualmente y crear un nuevo poder del pueblo.
La izquierda y el revisionismo
Las clases trabajadoras siguen siendo víctimas manipuladas por el asunto de la consulta popular, donde a través de las asociaciones como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y Frente Unitario de Trabajares (FUT) muestran su incondicional apoyo a las 7 preguntas planteadas por la consulta ya mencionada.
Cabe recordar que vivimos aún en el periodo de inflexión, en donde orientar a las masas de la clase trabajadora de generaciones anteriores resulta un poco complejo, ya han sufrido desgastes ideológicos distorsionados por el revisionismo de los partidos políticos como lo son Partido ‘Socialista’, viejo PCE, PCMLE, etc., hoy en día farsantes de pseudo izquierda y lacayos de la derecha tradicional. Sin embargo, eso no es motivo de rendición para trabajar con las nuevas generaciones formando juventudes con valores democráticos, científicos y revolucionarios.
El proyecto NUEVA JUVENTUD actualmente busca agrupar a los otros sectores marxistas – leninistas – maoístas del Ecuador, para formar un sólo partido proletario bajo un programa unificado y el centralismo democrático.
Perspectivas
Nosotros somos conscientes sobre la situación actual que acontece nacional e internacionalmente, de la gran crisis de este sistema. Una nueva gran oleada revolucionaria proletaria mundial se está gestando e iniciará aproximadamente en el período de los años 2020 – 2025. Explicación de esto en el documento ‘Breve Historia y Perspectivas de la Revolución Proletaria Mundial’ (http://nuevajuventud20.blogspot.com/2017/08/breve-historia-y-perspectivas-de-la.html).
Continuaremos en la resistencia sembrando rojas semillas, formando líderes con los valores ya mencionados, seguiremos rechazando la farsa electorera, reformista y pacifista de la que son partícipes el revisionismo.
Un nuevo amanecer vendrá, este viejo sistema económico se desmorona, y dirigiremos al pueblo y trabajadores a la revolución bajo las tres banderas que nos guían: la Ciencia, el Proletariado y Práctica social concreta (C.P.P.).
Desde la mitad del mundo expresamos un fuerte y caluroso saludo al Pdte. Gonzalo quién no se quebranta ideológicamente a pesar de estar detenido por un cuarto de siglo.
A los jóvenes del pueblo y trabajadores les decimos que no desistan, un rojo amanecer nos espera, donde con la Nueva Democracia comenzaremos a romper este viejo sistema y construir la nueva sociedad.
¡VIVA EL BOLCHEVISMO!, ¡VIVA EL MAOÍSMO!
¡ABAJO EL IMPERIALISMO!, ¡POR UN MUNDO NUEVO!
PROYECTO NUEVA JUVENTUD
nuevajuventud20.blogspot.com
nuevajuventud20@gmail.com

CONTRA EL LIBERALISMO



*Reproducimos este importante documento del Pdte. Mao para el estudio y la praxis en las organizaciones proletarias y populares, con su respectiva aplicación creadora a la realidad concreta.        
    7 de septiembre de 1937
        Estamos por la lucha ideológica activa, pues ella es el arma con que se logra la unidad interna del Partido y demás colectividades revolucionarias en beneficio del combate. Todos los comunistas y revolucionarios deben empuñar esta arma.
        Pero el liberalismo rechaza la lucha ideológica y propugna una paz sin principios, dando origen a un estilo decadente y vulgar, que conduce a la degeneración política a algunas organizaciones y miembros del Partido y demás colectividades revolucionarias.
        El liberalismo se manifiesta en diferentes formas:
        A sabiendas de que una persona está en un error, no sostener una discusión de principio con ella y dejar pasar las cosas para preservar la paz y la amistad, porque se trata de un conocido, paisano, condiscípulo, amigo íntimo, ser querido, viejo colega o viejo subordinado. O bien buscando mantenerse en buenos términos con esa persona, rozar apenas! el asunto en lugar de ir hasta el fondo. Así, tanto la colectividad como el individuo resultan perjudicados. Este es el primer tipo de liberalismo.
        Hacer críticas irresponsables en privado en vez de plantear activamente sugerencias a la organización. No decir nada a los demás en su presencia, sino andar con chismes a sus espaldas; o callarse en las reuniones, pero murmurar después. No considerar para nada los principios de la vida colectiva, sino dejarse llevar por las inclinaciones personales. Este es el segundo tipo.
        Dejar pasar cuanto no le afecte a uno personalmente; decir lo menos posible aunque se tenga perfecta conciencia de que algo es incorrecto; ser hábil en mantenerse a cubierto y preocuparse únicamente de evitar reproches. Este es el tercer tipo.
        Desobedecer las órdenes y colocar las opiniones personales en primer lugar; exigir consideraciones especiales de la organización, pero rechazar su disciplina. Este es el cuarto tipo.
           Entregarse a ataques personales, armar líos, desahogar rencores personales o buscar venganza, en vez de debatir los puntos de vista erróneos y luchar contra ellos en bien de la unidad, el progreso y el buen cumplimiento del trabajo. Este es el quinto tipo. Escuchar opiniones incorrectas y no refutarlas, e incluso escuchar expresiones contrarrevolucionarias y no informar sobre ellas, tomándolas tranquilamente como si nada hubiera pasado. Este es el sexto tipo.
        Al hallarse entre las masas, no hacer propaganda ni agitación, no hablar en sus reuniones, no investigar ni hacerles preguntas, sino permanecer indiferente a ellas, sin mostrar la menor preocupación por su bienestar, olvidando que se es comunista y comportándose como una persona cualquiera. Este es el séptimo tipo.
        No indignarse al ver que alguien perjudica los intereses de las masas, ni disuadirlo, ni impedir su acción, ni razonar con él, sino dejarle hacer. Este es el octavo tipo.
        Trabajar descuidadamente, sin plan ni orientación definidos; cumplir sólo con las formalidades y pasar los días vegetando: "mientras sea monje, tocaré la campana". Este es el noveno tipo.
        Considerar que se ha rendido grandes servicios a la revolución y darse aires de veterano; desdeñar las tareas pequeñas pero no estar a la altura de las grandes; ser negligente en el trabajo y flojo en el estudio. Este es el décimo tipo.
        Tener conciencia de los propios errores pero no intentar corregirlos, tomando una actitud liberal para consigo mismo. Este es el undécimo tipo.
        Podrían citarse otros tipos más, pero los once descritos son los principales.
        Todas éstas son manifestaciones de liberalismo.
        En una colectividad revolucionaria, el liberalismo es extremadamente perjudicial. Es una especie de corrosivo, que deshace la unidad, debilita la cohesión, causa apatía y crea disensiones. Priva a las filas revolucionarias de su organización compacta y de su estricta disciplina, impide la aplicación cabal de su política y aleja a las organizaciones del Partido de las masas que éste dirige. Se trata de una tendencia sumamente perniciosa.
        El liberalismo proviene del egoísmo de la pequeña burguesía; éste coloca los intereses personales en primer plano y relega los intereses de la revolución al segundo, engendrando así el liberalismo en los terrenos ideológico, político y organizativo.
         Los adictos al liberalismo consideran los principios del marxismo como dogmas abstractos. Aprueban el marxismo, pero no están dispuestos a practicarlo o a practicarlo cabalmente; no están dispuestos a sustituir su liberalismo por el marxismo Tienen su marxismo y también su liberalismo, hablan del marxismo pero practican el liberalismo, el marxismo es para los demás y el liberalismo para ellos mismos. Llevan ambos en su bagaje y encuentran aplicación para uno y otro. Así es como funciona el cerebro de cierta gente.
        El liberalismo constituye una manifestación de oportunismo y es radicalmente opuesto al marxismo. Es negativo y, objetivamente, hace el juego al enemigo. De ahí que éste se alegre si en nuestras filas persiste el liberalismo. Por ser tal su naturaleza, no debe haber lugar para el liberalismo en las filas revolucionarias.
        Debemos emplear el espíritu marxista, que es positivo, para superar el liberalismo, que es negativo. El comunista debe ser sincero y franco leal y activo, poner los intereses de la revolución por encima de su propia vida y subordinar sus intereses personales a los de la revolución; en todo momento y lugar ha de adherirse a los principios justos y luchar infatigablemente contra todas las ideas y acciones incorrectas, a fin de consolidar la vida colectiva del Partido y la ligazón de éste con las masas ha de preocuparse más por el Partido y las masas que por ningún individuo, y más por los demás que por sí mismo. Sólo una persona así es digna de llamarse comunista.
        Todos los comunistas leales, francos, activos y honrados deben unirse para combatir las tendencias liberales, que cierta gente tiene, y encauzar a ésta por el camino correcto. He aquí una de nuestras tareas en el frente ideológico.
     PRESIDENTE MAO TSETUNG