martes, 19 de marzo de 2019

POLÍTICA Y POLITIQUERÍA EN ECUADOR


Las elecciones burguesas seccionales están en su apogeo. Día a día vemos desfilar a decenas de candidatos y partidos, unos más demagogos que otros, todos vendedores de falacias, de humo.
La política es algo consustancial al ser humano en las sociedades clasistas. Pero una cosa es hacer política, como expresión de lucha por derechos, libertades, garantías, lucha ideológica y económica…, y otra cosa muy distinta es la politiquería, las maquinarias electoreras reaccionarias, los falsos ‘líderes’ camiseteros, que pululan de grupo en grupo, de partido en partido. Son, en su conjunto, lo más atrasado y corrompido de la sociedad, esa nata podrida que flota en la superficie al vaivén de la lucha de clases.
Se han registrado 80 mil candidatos, para un total de 5670 puestos de: prefectos, alcaldes, concejeros, concejales y juntas parroquiales; con una inversión de 100 millones de dólares.
Es una descomposición total: casi 100 mil politiqueros se han lanzado en cacería para saquear los fondos públicos; habrán, desde luego, unas pocas y contadas excepciones, pero los científicos, los marxistas, no trabajamos en base a las excepciones, sino en base a la regla, a las grandes tendencias que marcan el camino.
RECHAZAMOS DE PLANO ESTA FARSA ELECTORERA, el pueblo no tiene nada que hacer ahí, más allá de ir como corderos a depositar el voto por su próximo verdugo.
ELECCIONES BURGUESAS EN LA ÉPOCA DE LA LIBRE EMPRESA
A lo largo del siglo XIX, cuando el capitalismo era democrático, liberal e incluso revolucionario, contra el feudalismo, las elecciones burguesas servían de alguna manera para reforzar la lucha anti-feudal y anti-clerical. En ese entonces, el proletariado podía participar de las mismas, e incluso hacer alianzas con la burguesía para aplastar la resistencia de los terratenientes y todo su viejo mundo feudal y colonial. Pero después, en el siglo XX, la era del imperialismo, esto ya NO es posible.
ELECCIONES BURGUESAS EN LA ERA DEL IMPERIALISMO
El capitalismo dejó de ser democrático y liberal, para convertirse en monopolista, usurero, belicista, es decir la reacción en toda la línea. Esto sucede a comienzos del siglo XX, a partir de entonces las elecciones burguesas ya no tienen nada de progresistas ni democráticas. Son solo un maquillaje de las clases dominantes para imponer su dominio reaccionario hacia el pueblo. Ya no hay lucha contra el viejo mundo feudal y colonial, incluso las fuerzas industriales del presente se unen con las energías reaccionarias del pasado, lo que da origen al fascismo.
En esta etapa las elecciones burguesas deben ser rechazadas de plano, pues el proletariado no tiene nada que hacer en ellas, a lo mucho utilizarlas con fines de agitación y propaganda.
NUESTRA POSTURA
En el pueblo existe un cansancio y repudio creciente hacia las elecciones burguesas. Si bien tienen que ir a votar, lo hacen por la pena de la multa electoral y demás medidas punitivas de carácter administrativo, caso contrario no fuera ni la mitad de los actuales electores.
Nosotros debemos rechazar las elecciones burguesas por ser una farsa para el pueblo, una estafa histórica y presente. En contrapartida proponer una Nueva Democracia, que es un nuevo poder del pueblo, las Asambleas Populares, que serán el germen de ese nuevo poder, respaldadas por un pueblo movilizado y combativo. Desde luego este proceso será gradual y prolongado, pero tarde o temprano se dará, pues el viejo sistema está entrando en una etapa de descomposición grave.
¡ABAJO LA FARSA ELECTORAL!
¡VIVA LA NUEVA DEMOCRACIA!
¡VOTAR NULO, ORGANIZARSE Y LUCHAR!
NUEVA JUVENTUD