Contenido
-Introducción
-La globalización (tres súper-potencias
actuales)
-La negación de los grandes relatos
-Negación de la verdad, regreso de la
escolástica
-Difusión extrema del idealismo y la
metafísica
-El animalismo y otras ‘luchas’
distractivas
-La corriente GLBTI
-La corporativización de las
contra-culturas
-La oenegeización de la resistencia
(ONGs)
-El feminismo extremo y la ‘guerra de
los sexos’
-El ‘surrealismo’
-La falsa ‘superación’ y ‘autoayuda’
(desde el subjetivismo)
-El mercantilismo
-Los videojuegos
-El auge de las distopías
-El pacifismo y electorerismo burgués
-Las teorías de la conspiración
-Conclusiones
-¿Qué hacer?
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-Introducción
La lucha ideológica está presente en
todos los ámbitos de la vida social, ya sea de una forma abierta o más
disimulada, con mayor o menor intensidad, expresando contradicciones
antagónicas y no antagónicas…, pero está ahí día a día, pues es el reflejo [en
el mundo de las ideas] de la existencia y lucha de clases, real y material, en
el seno de la sociedad.
Esto no es de asombrarse, pues es
bastante obvio que no piensan de la misma manera un banquero que un obrero, un
ministro que un conserje, un habitante de la ciudad respecto a un campesino, o
un poblador de una gran ciudad como Nueva York o Moscú frente a un habitante de
un pueblo o aldea periféricos.
Sin embargo, en estos tiempos complejos
el mundo atraviesa por una etapa aún más reaccionaria denominada
‘postmodernismo’, que viene desde fines de los 80 y comienzo de los 90 del
siglo XX, como parte de la gran y última cruzada del imperialismo,
principalmente el estadounidense, para imponer y sostener el capitalismo
monopolista en todo el mundo.
-La globalización (tres súper-potencias
actuales)
En los años 90 del siglo XX sucedieron
muchas cosas: la segunda gran oleada revolucionaria del proletariado finalizó
(1904 – 1992); se derrumbó el social-imperialismo soviético creando la
Federación Rusa y la Comunidad de Estados Independientes; y, el Imperialismo
Estadounidense se convirtió en el principal amo y señor del mundo entero,
impulsando la globalización del capital financiero internacional y de la
cultura occidental.
Con la globalización se masificó y
mundializó el postmodernismo. Posteriormente, los países en los cuales se
restauró el capitalismo (Rusia, China) se convirtieron en súper-potencias
imperialistas, que actualmente se coluden y pugnan con los EEUU por el dominio
mundial de mercados, materias primas y mano de obra barata.
-La negación de los grandes relatos
El postmodernismo nació planteando el
supuesto ‘fin de la historia’ y de los grandes relatos (Iluminismo,
Liberalismo, Socialismo, Fascismo, Nazismo, Cristianismo), expresando que en el
siglo XXI ya no existen causas o razones por las cuales luchar, que el
capitalismo actual [financiero, monopolista, corporativo] es el mejor modelo
que ha conocido la humanidad y por ende será ‘eterno’, después de este ya no
existe futuro alguno.
-Negación de la verdad, regreso de la
escolástica
“Nada
es verdad, nada es mentira, todo es cuestión del cristal con que se lo mira”,
es una de las máximas del postmodernismo. Es decir la verdad está sólo en ti, en
los ojos del que mira…, en realidad esto no es nuevo pues es el viejo idealismo
del monje medieval Berkeley, simplemente reencauchado y presentado como algo
‘novedoso’. La verdad es objetiva (la pelota de fútbol es redonda, por norma
general), que una persona diga en su interpretación subjetiva que es cuadrada,
no cambia en modo alguno la esencia de la verdad objetiva.
Paralelamente a esto, el postmodernismo
busca permanentemente el regreso del método escolástico [todo debate y
razocinio al margen de la realidad, alejado de los hechos concretos] a los
centros académicos.
-Difusión extrema del idealismo y la
metafísica
Con la llegada del postmodernismo se ha
recrudecido la difusión en el cine, televisión, redes sociales… de ‘fantasmas’,
‘milagros’, ‘fenómenos paranormales’, etc.
-El animalismo y otras ‘luchas’ distractivas
En los años 1960, 1970, 1980, la gran
mayoría de jóvenes que debatían, se organizaban y luchaban lo hacían en torno a
causas como la defensa de los derechos de obreros y campesinos, contra las
guerras imperialistas en el mundo e incluso por la conquista del poder, por la
revolución.
Ahora el postmodernismo les vende la
‘idea’ de que es mejor luchar por los animales [anti-taurinos, defensores de
perros y gatos callejeros, muerte sin sufrimiento a las langostas, etc]. El
imperialismo sabe muy bien que siempre la juventud buscará algo en que creer y
por lo cual luchar, y si antes lo hacían contra el sistema, ahora debe ser
‘dentro del sistema’, con ideas y causas bien dirigidas y controladas por los
centros de poder reaccionario.
El animalismo es erróneo por dos
razones básicas: 1. El eje de la sociedad humana es la economía y el trabajo,
por ende la principal lucha debe ser por cambiar la actual estructura
económico-social injusta y opresora; y, 2. La defensa de animales y la ecología
sólo tienen sentido si van ligadas a la lucha contra el imperialismo y al
servicio del proletariado [la última clase social de la historia y al mismo
tiempo la más avanzada].
-La corriente GLBTI
La existencia de un determinado
porcentaje de personas homosexuales, bisexuales, etc., es normal dentro de una
sociedad, ya sea por razones hormonales o por libre elección sexual. Y como
todo ser humano deben tener derecho a ejercer su sexualidad y su vida sin
discriminaciones [siempre y cuando no atenten contra el derecho de terceras
personas]. Pero de esto, a pretender convertir la ‘causa’ GLBTI en el principal
estandarte y tema de debate cotidiano como si fuera el eje central de la
sociedad, hay un trecho enorme.
El postmodernismo utiliza a la
corriente GLBTI para generar estériles disputas dentro de la sociedad y desviar
la atención de lo verdaderamente importante. Sólo basta con ver que son los
mismos EEUU y las grandes corporaciones quienes promueven este tema hasta la
saciedad.
-La corporativización de las
contra-culturas
En los años 60 y 70 del siglo XX se
forjaron las contra-culturas, entendidas éstas como manifestaciones artísticas,
vivenciales y políticas contra el sistema establecido; nacieron el rock
protesta, el punk, la salsa ‘brava’, el hippismo y el mayo francés…
Todo esto fue expresión de la gran
oleada revolucionaria del proletariado que recorría el mundo entero en esos
años. Después de los 80, estas contra-culturas fueron asimiladas poco a poco
por las corporaciones e incluso institucionalizadas. Al respecto no es extraño
ver camisetas con el logo del ‘Che Guevara’ [un líder que se desvió del camino
marxista] o los colores del hippismo producidas por marcas estadounidenses, así
como conciertos de rock ‘protesta’ organizados por empresas disqueras
reaccionarias o por los mismos gobiernos.
El imperialismo en su última y gran
cruzada pretenden apoderarse de todo movimiento social, contra-cultural,
imagen/recuerdo de líderes, etc., para volverlos inofensivos y ponerlos al
servicio del mismo sistema.
-La oenegeización de la resistencia
(ONGs)
Realizar debates, organización y lucha
frente a temas políticos y sociales es complicado si no existe financiamiento y
logística, esto es algo muy real y objetivo. Hace varias décadas atrás esto era
relativamente más sencillo, pues tanto la Unión Soviética como la China Popular
apoyaban a los movimientos democráticos y revolucionarios, y el mismo ascenso
de la gran oleada revolucionaria del proletariado hacía que existieran
abundantes recursos para levantar la lucha.
Sin embargo, con los acontecimientos de
los 90 y la llegada del postmodernismo todo lo anterior cambió. La resistencia
se ‘quedó en el aire’, por lo cual muchos intelectuales se volcaron hacia las
ONGs (organizaciones no gubernamentales), para difundir proyectos ecológicos,
de género, agrícolas, etc., a través de la canalización de recursos de los
países nórdicos, empresas privadas o incluso ciertos convenios con el Estado.
Esto es un gran error. La oenegeización
de la resistencia conlleva la domesticación de las banderas de lucha y la
castración de los propósitos auténticamente democráticos, pues es evidente que quienes ponen el dinero imponen la agenda,
y en este caso esos países como Suecia, Suiza, Dinamarca, Noruega…, las
corporaciones y la instituciones del Estado son, generalmente, reaccionarias.
Habrán casos concretos en que una ONG
se convierta en trinchera de proyectos verdaderamente democráticos, pero esto
es más bien la excepción y no la norma.
-El feminismo extremo y la ‘guerra de
los sexos’
El femenismo proletario, auténticamente
democrático, nació en medio de la lucha de clases contra el capitalismo y la
opresión en general, y NUNCA puso como blanco de sus ataques al ‘hombre’ en
abstracto.
Con el postmodernismo nació el
feminismo extremo, catalogado por algunos como ‘feminazismo’, una corriente
feminista burguesa profundamente reaccionaria, que pone como centro de sus
ataques al hombre de forma genérica (‘patriarcado’, ‘falocentrismo’), y no
ataca en nada al sistema económico dominante, clasista y explotador.
Esta corriente busca enemistar hombres
y mujeres, levanta la misandria y promueve de hecho una absurda y desgastante
‘guerra de los sexos’ [hombre vs. mujeres como si fuéramos enemigos].
Al respecto hay que entender que en el
actual panorama económico mundial, la clase nos separa más que el sexo, es
decir primero es la lucha de clases en torno a la economía y eso es lo que nos
une a hombres y mujeres trabajadores y del pueblo, contra hombres y mujeres
burgueses, imperialistas y opresores.
Y adicionalmente, especificar que
estamos en contra del machismo y del feminismo extremo, que nuestra lucha es
por la Equidad de Género rumbo a una nueva sociedad.
-El ‘surrealismo’
El postmodernismo como una corriente
profundamente reaccionaria, puso de ‘moda’ nuevamente el ‘surrealismo’, que
consiste es un supuesto ‘arte’ abstracto, caótico, confuso, irracional, al
margen e incluso contra la realidad, surgido en Francia después de la Primera
Guerra Mundial, en oposición al realismo social.
En la actualidad vemos en muchas
galerías de arte como en los murales de grafiteros callejeros, una serie de
garabatos, líneas y colores desordenados, figuras extrañas… es decir, la
arremetida del surrealismo de la mano del postmodernismo.
-La falsa ‘superación’ y ‘autoayuda’
(desde el subjetivismo)
Con la llegada del postmodernismo se
masificaron los libros de autoayuda y ‘superación’ subjetiva, tales como ‘La
culpa es de la vaca’, ‘Juventud en Éxtasis’, etc., vendiendo la idea de que el
problema NO es la crisis económica, los malos gobiernos, o la injusticia, SINO
exclusivamente la mala actitud personal de cada individuo lo que les lleva a
ser ‘perdedores’.
El problema de tales libros y enfoques
es que parten desde el idealismo, la metafísica y la escolástica, sin entender
o sin querer entender que el individuo responde a un entorno y un contexto
social e histórico más allá de su simple voluntad.
La única superación aceptable es
aquella que parte desde el conocimiento científico, evolutivo y materialista
filosófico, que por ende es realista y busca no solo el triunfo del individuo sino
y sobretodo el triunfo del colectivo, lo que significa buscar cambiar el
sistema tanto en su parte económica como cultural, y que cada líder se
convierta en su mejor versión para así tener buenas herramientas y llegar a las
masas. Al respecto analizar la biografía de los grandes líderes del
proletariado, en modo alguno eran perdedores sin oficio ni beneficio, sino
triunfadores en todo el sentido de la palabra.
-El mercantilismo
El capitalismo es un sistema que
siempre ha buscado el lucro individual y la mayor rentabilidad económica
posible. Sin embargo, el capitalismo de libre empresa era liberal, democrático
e incluso revolucionario frente al feudalismo. Con la era del monopolismo,
surge el imperialismo, la reacción en toda la línea; más aún con su nueva y
última gran cruzada reaccionaria, el postmodernismo, la sociedad vive un
mercantilismo sin límites.
El mercantilismo se expresa en un
utilitarismo monetario extremo, al punto que lo que no da dinero directamente [y
en abundante cantidad] se convierte en algo inútil: lo mismo la filosofía que
un abuelo, lo mismo la literatura que un esposo pobre, lo mismo la sociología
que una persona enferma, etc. Todo se mide en función del dinero: el valor
social de cada individuo, el ‘éxito’, la ‘belleza de la pareja’, etc. Por
dinero se vive, se muere y se mata.
-Los videojuegos
En un mundo postmoderno, sin grandes
relatos ni utopías, ya no hay [supuestamente] causas por las cuales luchar,
tampoco tiene sentido la existencia, lo que lleva a muchos jóvenes a refugiarse
en drogas y en los videojuegos creados por las mismas corporaciones
tecnológicas del imperialismo.
En los videojuegos los jóvenes se
sienten los ‘héroes’ y/o protagonistas principales de grandes historias de
guerras, zombies, monstruos, carreras, etc., con lo cual suplen ese vacío
existencial y pasan ‘drogados’ día y noche de una forma viciosa, llegando al
punto de ser un problema patológico masivo.
Como en otros temas, quizás existan
videojuegos educativos y también algunas personas que puedan jugar sin
convertirse en viciosas, pero estos casos son la excepción y no la regla.
-El auge de las distopías
Antes del postmodernismo en la sociedad
se vivía la época de las utopías, que eran representaciones de mejores mundos,
unos desde la fantasía y otros desde la ciencia y la lucha de clases.
Así por ejemplo, el comunismo
representaba una “utopía” pero de carácter científico, otro era la anarquía
(imposible por anti-histórica), también la social-democracia (desde el
reformismo), e incluso los avances científicos y tecnológicos (que prometían
terminar el hambre, la pobreza, las enfermedades…).
Con el postmodernismo se “terminaron”
las utopías y viene la era de las distopías, que significa imaginar o preveer
hacia el futuro un mundo oscuro, lúgubre, lleno de dolor, caos y sin ninguna
esperanza posible, algo indeseable pero que puede ocurrir.
Estas distopías son introducidas a las
masas por medio del cine, la televisión, reportajes, redes sociales, libros,
etc., en donde se presentan posibles escenarios futuros del mundo en donde SÓLO
pueden haber desastres, guerras infernales, pandemias, zombies, mutantes, etc.
Es decir, después del capitalismo ya no hay ningún mañana mejor, sólo caos y
destrucción.
-El pacifismo y electorerismo burgués
El imperialismo plantea a las masas que
sean pacifistas cuando salen a reclamar sus derechos y libertades, pero al
mismo tiempo arma a los ejércitos reaccionarios para que repriman y aplasten al
pueblo. Para la burguesía la paz social significa la paz de los sepulcros y
bayonetas, que las masas se dejen explotar y agachen la cabeza, y sino les
acusan de ‘terroristas’. Adicionalmente las clases dominantes utilizan la farsa
electoral para manipular al pueblo de forma indefinida.
La lucha social es totalmente aceptable
en función de los intereses del proletariado y el pueblo, más aún su lucha
legítima por un nuevo poder. La única forma de alcanzar una paz estable y
duradera es terminar con el actual sistema de opresión en el mundo entero.
-Las teorías de la conspiración
‘Teoría conspirativa’ es un término
popularizado en la sociedad estadounidense a lo largo del año de 1997, y se
refiere a una serie de hechos históricos, actuales o que están por suceder y
que fueron, son o serán obra de pequeñas élites que conspiran desde las sombras
para imponer su poder financiero y/o político.
En este tema es, quizás, donde de una
forma más tangible se expresa el postmodernismo. Recordemos que desde los 90
del siglo XX se plantea el fin de los grandes relatos, dejando un vacío conceptual
y existencial en vastos sectores de la sociedad. Pero negar los grandes relatos
no significa que en los hechos dejen de existir las clases sociales y la lucha
de clases. De esta forma, un sector de la intelectualidad progresista pero sin
dirección proletaria, se vuelca hacia las teorías de la conspiración para
tratar de explicar el mundo, su pasado, presente y futuro.
El gran error de las teorías de la
conspiración es que si bien parten de algunos hechos reales como la existencia
de guerras, enfermedades provocadas por las corporaciones, entre otros, NO dan
una salida real y concreta a estos problemas, y además mezclan en el mismo saco
el pasado, presente, futuro; la izquierda y la derecha, etc.
Finalmente, la historia de la humanidad
no es ni puede ser obra de ‘conspiraciones’ de pequeñas élites o grupos, sino que
es el resultado de la lucha de clases en cada periodo económico-social concreto.
-Conclusiones
-El postmodernismo es la gran y última
cruzada del imperialismo en su lucha ideológica y cultural por imponer y
sostener el capitalismo monopolista en todo el mundo. Su promotor principal son
los EEUU, pero actualmente también han plegado el imperialismo ruso y chino,
ver al respecto los noticieros, películas, libros, etc., provenientes de dichas
súper-potencias.
-El postmodernismo surge a fines de los
años 80 y comienzos de los 90 del siglo XX.
-El postmodernismo se expresa de muchas
formas como son la globalización, negación de los grandes relatos, de la verdad
objetiva, promoción del idealismo y la metafísica, impulso del animalismo y
otras ‘luchas’ distractivas, sobredimensión de la lucha del movimiento GLBTI, la
corporativización de las contra-culturas, las ONGs, el feminismo extremo, el
surrealismo, los libros de autoayuda (desde el subjetivismo), el mercantilismo,
los videojuegos, las distopías, el pacifismo y electorerismo burgués, las
teorías de la conspiración, entre otros.
-El postmodernismo refleja en esencia
la podredumbre y descomposición del sistema capitalista – imperialista en su
etapa terminal, en estas primeras décadas del siglo XXI.
-¿Qué hacer?
Lo primero y más importante ya se ha
hecho: diagnosticar la situación. Ahora corresponde ver su evolución y posibles
tratamientos.
1.
Para poder comprender la realidad y
transformarla aferrarnos siempre al método C.P.P. [Ciencia, Proletariado y
Práctica social concreta].
2.
Realizar una permanente lucha
ideológica hacia uno mismo y con los demás, en contra del postmodernismo y a
favor de las posturas democráticas, científicas, marxistas, revolucionarias…,
pero de una forma adecuada, según el momento y el lugar, con distinta intensidad,
sin aires de ‘sabelotodo’ sino con humildad y paciencia como buenos maestros.
3.
Investigar, analizar, debatir y
comprender cómo eran las masas en los años 1960, 1970 y 1980, respecto de las
masas de las décadas del 2000 y 2010.
4.
Profundizar en el tema de las grandes
oleadas revolucionarias del proletariado, tanto la que finalizó en 1992, como
la que comenzará aproximadamente en el periodo 2020 – 2025.
5.
Resistir el embate del postmodernismo,
construyendo una vida de líderes sociales, científicos, democráticos, con
vinculaciones populares, con un arte emancipador, tejiendo redes de
intelectuales progresistas, etc., es decir forjando un mundo nuevo en pequeña
escala, como trinchera para futuras grandes luchas que inevitablemente vendrán.
PROYECTO
NUEVA JUVENTUD
06/03/2018