-Daniel Ortega y el fascismo
Ortega es un indefinido. Dice estar con
los trabajadores y el pueblo, pero gobernó 11 años de la mano del COSEP
(Consejo Superior de la Empresa Privada). Dice ser ‘marxista’, ‘socialista’,
pero al mismo tiempo se declara un ‘ferviente católico’. Habla contra el
imperialismo, pero sólo contra el estadounidense, mientras es fiel devoto del
imperialismo ruso y chino. Dice ser el ‘único’ y ‘legítimo’ representante del
sandinismo, cuando de hecho Ortega se guía por las ideas de Mussolini, tan
distintas y contrarias a las del General Augusto César Sandino.
Así ha sido desde su juventud, un ecléctico,
un oportunista, seudo-socialista. Lo que le ha llevado inevitablemente a
convertirse en fascista.
¿Pero, qué es el fascismo? En los
ámbitos académicos y políticos hay mucha confusión respecto al tema, se piensa
que fascismo es sinónimo de simple “represión brutal y masiva”, o peor aún se
equipara al fascismo con el nazismo, y pese a que ambos con reaccionarios, NO
son lo mismo.
El fascismo surge originalmente en
Italia al finalizar la Primera Guerra Mundial, y lo componen inicialmente los “fascios
di combattimento”, que eran grupos de choque paramilitar integrados por
nacionalistas, conservadores, católicos, ex – socialistas como Benito Mussolini,
financiados por un sector de la aristocracia, con el fin de ‘imponer el orden’
y evitar la insurrección del proletariado. Su estrategia era hablar de
revolución, precisamente para evitar y aplastar la revolución. Hablaban de ‘socialismo’,
pero su “socialismo” no se sustentaba en la doctrina de Carlos Marx, sino en
conceptos amorfos de Nietzsche, mezclados con ciertas ideas estatistas.
Posteriormente se convirtieron en
partido político, tomaron el poder y lo demás es historia conocida…
-Ortega y Somoza son la
misma cosa
Todos sabemos que Ortega encabezó la
lucha contra el dictador Somoza allá por los años 70 del siglo XX. En ese
entonces, reivindicaba los derechos del pueblo, de la nación. Ahora, desde el
2006 que tiene plenos poderes, no sólo que ha abandonado sus supuestos ideales
de juventud, sino que incluso se ha pasado abiertamente al bando que decía
combatir. Es decir, Ortega y su grupo no estaban contra el viejo poder, sino que
querían entrar en él. Prueba de esto: el latrocinio de recursos públicos, el
estancamiento de Nicaragua, su esposa es la vicepresidenta, y sus 7 hijos
ocupan u ocuparon cargos importantes en el sector público gracias a su padre.
Ortega y Somoza son la misma cosa.
La tiranía de Ortega trata de tapar su
estafa al pueblo y sus contrabandos ideológicos con la figura del general
Augusto César Sandino. Para quienes desconocen la historia, éste fue un general
nicaragüense de las luchas independentistas contra los EEUU en las primeras
décadas del siglo XX, patriota que se oponía con firmeza a todo tipo de
tiranía.
El sandinismo es un concepto político,
popular y anti-imperialista. NO tiene nada que ver con el ejercicio del poder
corrupto, de nepotismo y tiránico del régimen de Ortega.
Las “juventudes sandinistas” y grupos
afines, son fuerzas paramilitares fascistas, sin ideología definida, unidos por
el reparto de las prebendas del viejo poder y por la acción, el movimiento, las
armas…
-La lucha entre potencias
imperialistas
Detrás de la gran crisis política de
Nicaragua están las medidas económicas del régimen de Ortega con fecha 18 de
abril. Su propia torpeza política ocasionó la rebelión de masas. Pero hay más
en el trasfondo. En el mundo actual existen tres súper-potencias imperialistas,
expansionistas, que buscan nuevos mercados comerciales, financieros, materias
primas y mano de obra barata. Por supuesto, hablamos de EEUU, CHINA y RUSIA.
Unos gobiernos y países se alinean con el imperialismo de Occidente, otros lo
hacen con los de Oriente.
Ortega se ha sometido por completo a
Rusia y China, no solo en temas comerciales, diplomáticos y militares, también
con el “nuevo” proyecto del Canal Interoceánico de Nicaragua que supuestamente
conectaría el Océano Atlántico con el Océano Pacífico, haciendo un contrapeso
al Canal de Panamá que funciona bajo hegemonía de los EEUU. Una clara pugna
inter-imperialista.
Como vemos, toda esta crisis tiene mucho
que ver con las luchas entre potencias imperialistas, unas que presionan desde
el gobierno de Ortega, y otras que presionan desde ciertos sectores de la
oposición.
-La rebelión de las masas
En Nicaragua han salido muchos sectores
a luchar contra el régimen fascista de Ortega: principalmente los estudiantes
universitarios y el movimiento campesino, además de empleados públicos y
privados, todos ellos utilizando los denominados “tranques”, atrincheramiento
en la universidad, marchas, entre otros.
Ha sido una rebelión de las masas, justa,
en demanda de derechos, pan, libertades, que ha sido sofocada por el régimen,
tanto por las fuerzas armadas y la policía, como por los “fascios di combattimento”
de Ortega, es decir las ‘juventudes sandinistas’.
-Ausencia de dirección
proletaria
El movimiento de lucha de las masas está
debilitado y siendo derrotado pues no cuenta con dirección proletaria, sino de
ciertos líderes de la pequeña-burguesía y la iglesia. Contra la violencia
fascista y corporativa de Ortega, se rehúsan a utilizar la violencia revolucionaria
del pueblo, obviamente no es su agenda cambiar el sistema, sino solo adelantar
la convocatoria a elecciones burguesas.
Nicaragua no requiere un simple llamado
a elecciones, sino un cambio total de sistema, un nuevo poder del pueblo,
recuperar su economía y su soberanía, romper el yugo tanto de los EEUU como de
Rusia y China.
-Lecciones importantes
El mundo está en un completo caos. Por
doquier se expande la crisis, en todos los órdenes de la sociedad, la economía capitalista
está profundamente erosionada, la burbuja financiera temprano que tarde
estallará, la corrupción gubernamental es generalizada, el narcotráfico y el “terrorismo”
son promovidos por las mismas autoridades en muchos países, el hambre, el
desempleo, la desnutrición con una constante para cientos de millones de
personas en todos los continentes.
En ese camino, vemos cómo se desarrolla
una pugna entre potencias por el control de nuevos territorios financieros, de
ahí se originan gobiernos reaccionarios, nuevas dinastías familiares,
fascistas, etc., que sirven a uno u otro bando en disputa. Mientras el
proletariado, el pueblo, las masas, son explotados hasta la saciedad y utilizados
como fichas de ajedrez.
La crisis de Nicaragua, el régimen
fascista de Ortega, la represión, sumadas a los demás conflictos en distintas
regiones del planeta, son solo el preludio de un largo ciclo de guerras, luchas
y revoluciones que se avecinan en el mundo a lo largo de estas décadas del
siglo XXI.
Las generaciones del 80 y 90 del siglo
XX, seremos testigos presenciales de todo este proceso. Más aún líderes e
intelectuales tenemos que clarificarnos de estos puntos complejos, en base al
método CPP (Ciencia, Proletariado, Práctica social concreta), para poder ser
luz en medio de tanta confusión y oscuridad. Y no, no será el fin del mundo
como dicen los idealistas y los reaccionarios, será tan solo el comienzo de uno
nuevo.
PROYECTO
NUEVA JUVENTUD