lunes, 23 de julio de 2018

NICARAGUA: ENTRE LOS ‘FASCIOS DI COMBATTIMENTO’ DE ORTEGA, Y LA LUCHA INTER-IMPERIALISTA


-Daniel Ortega y el fascismo
Ortega es un indefinido. Dice estar con los trabajadores y el pueblo, pero gobernó 11 años de la mano del COSEP (Consejo Superior de la Empresa Privada). Dice ser ‘marxista’, ‘socialista’, pero al mismo tiempo se declara un ‘ferviente católico’. Habla contra el imperialismo, pero sólo contra el estadounidense, mientras es fiel devoto del imperialismo ruso y chino. Dice ser el ‘único’ y ‘legítimo’ representante del sandinismo, cuando de hecho Ortega se guía por las ideas de Mussolini, tan distintas y contrarias a las del General Augusto César Sandino.
Así ha sido desde su juventud, un ecléctico, un oportunista, seudo-socialista. Lo que le ha llevado inevitablemente a convertirse en fascista.
¿Pero, qué es el fascismo? En los ámbitos académicos y políticos hay mucha confusión respecto al tema, se piensa que fascismo es sinónimo de simple “represión brutal y masiva”, o peor aún se equipara al fascismo con el nazismo, y pese a que ambos con reaccionarios, NO son lo mismo.
El fascismo surge originalmente en Italia al finalizar la Primera Guerra Mundial, y lo componen inicialmente los “fascios di combattimento”, que eran grupos de choque paramilitar integrados por nacionalistas, conservadores, católicos, ex – socialistas como Benito Mussolini, financiados por un sector de la aristocracia, con el fin de ‘imponer el orden’ y evitar la insurrección del proletariado. Su estrategia era hablar de revolución, precisamente para evitar y aplastar la revolución. Hablaban de ‘socialismo’, pero su “socialismo” no se sustentaba en la doctrina de Carlos Marx, sino en conceptos amorfos de Nietzsche, mezclados con ciertas ideas estatistas.
Posteriormente se convirtieron en partido político, tomaron el poder y lo demás es historia conocida…
-Ortega y Somoza son la misma cosa
Todos sabemos que Ortega encabezó la lucha contra el dictador Somoza allá por los años 70 del siglo XX. En ese entonces, reivindicaba los derechos del pueblo, de la nación. Ahora, desde el 2006 que tiene plenos poderes, no sólo que ha abandonado sus supuestos ideales de juventud, sino que incluso se ha pasado abiertamente al bando que decía combatir. Es decir, Ortega y su grupo no estaban contra el viejo poder, sino que querían entrar en él. Prueba de esto: el latrocinio de recursos públicos, el estancamiento de Nicaragua, su esposa es la vicepresidenta, y sus 7 hijos ocupan u ocuparon cargos importantes en el sector público gracias a su padre. Ortega y Somoza son la misma cosa.
La tiranía de Ortega trata de tapar su estafa al pueblo y sus contrabandos ideológicos con la figura del general Augusto César Sandino. Para quienes desconocen la historia, éste fue un general nicaragüense de las luchas independentistas contra los EEUU en las primeras décadas del siglo XX, patriota que se oponía con firmeza a todo tipo de tiranía.
El sandinismo es un concepto político, popular y anti-imperialista. NO tiene nada que ver con el ejercicio del poder corrupto, de nepotismo y tiránico del régimen de Ortega.
Las “juventudes sandinistas” y grupos afines, son fuerzas paramilitares fascistas, sin ideología definida, unidos por el reparto de las prebendas del viejo poder y por la acción, el movimiento, las armas…
-La lucha entre potencias imperialistas
Detrás de la gran crisis política de Nicaragua están las medidas económicas del régimen de Ortega con fecha 18 de abril. Su propia torpeza política ocasionó la rebelión de masas. Pero hay más en el trasfondo. En el mundo actual existen tres súper-potencias imperialistas, expansionistas, que buscan nuevos mercados comerciales, financieros, materias primas y mano de obra barata. Por supuesto, hablamos de EEUU, CHINA y RUSIA. Unos gobiernos y países se alinean con el imperialismo de Occidente, otros lo hacen con los de Oriente.
Ortega se ha sometido por completo a Rusia y China, no solo en temas comerciales, diplomáticos y militares, también con el “nuevo” proyecto del Canal Interoceánico de Nicaragua que supuestamente conectaría el Océano Atlántico con el Océano Pacífico, haciendo un contrapeso al Canal de Panamá que funciona bajo hegemonía de los EEUU. Una clara pugna inter-imperialista.
Como vemos, toda esta crisis tiene mucho que ver con las luchas entre potencias imperialistas, unas que presionan desde el gobierno de Ortega, y otras que presionan desde ciertos sectores de la oposición.
-La rebelión de las masas
En Nicaragua han salido muchos sectores a luchar contra el régimen fascista de Ortega: principalmente los estudiantes universitarios y el movimiento campesino, además de empleados públicos y privados, todos ellos utilizando los denominados “tranques”, atrincheramiento en la universidad, marchas, entre otros.
Ha sido una rebelión de las masas, justa, en demanda de derechos, pan, libertades, que ha sido sofocada por el régimen, tanto por las fuerzas armadas y la policía, como por los “fascios di combattimento” de Ortega, es decir las ‘juventudes sandinistas’.
-Ausencia de dirección proletaria
El movimiento de lucha de las masas está debilitado y siendo derrotado pues no cuenta con dirección proletaria, sino de ciertos líderes de la pequeña-burguesía y la iglesia. Contra la violencia fascista y corporativa de Ortega, se rehúsan a utilizar la violencia revolucionaria del pueblo, obviamente no es su agenda cambiar el sistema, sino solo adelantar la convocatoria a elecciones burguesas.
Nicaragua no requiere un simple llamado a elecciones, sino un cambio total de sistema, un nuevo poder del pueblo, recuperar su economía y su soberanía, romper el yugo tanto de los EEUU como de Rusia y China.
-Lecciones importantes
El mundo está en un completo caos. Por doquier se expande la crisis, en todos los órdenes de la sociedad, la economía capitalista está profundamente erosionada, la burbuja financiera temprano que tarde estallará, la corrupción gubernamental es generalizada, el narcotráfico y el “terrorismo” son promovidos por las mismas autoridades en muchos países, el hambre, el desempleo, la desnutrición con una constante para cientos de millones de personas en todos los continentes.
En ese camino, vemos cómo se desarrolla una pugna entre potencias por el control de nuevos territorios financieros, de ahí se originan gobiernos reaccionarios, nuevas dinastías familiares, fascistas, etc., que sirven a uno u otro bando en disputa. Mientras el proletariado, el pueblo, las masas, son explotados hasta la saciedad y utilizados como fichas de ajedrez.
La crisis de Nicaragua, el régimen fascista de Ortega, la represión, sumadas a los demás conflictos en distintas regiones del planeta, son solo el preludio de un largo ciclo de guerras, luchas y revoluciones que se avecinan en el mundo a lo largo de estas décadas del siglo XXI.
Las generaciones del 80 y 90 del siglo XX, seremos testigos presenciales de todo este proceso. Más aún líderes e intelectuales tenemos que clarificarnos de estos puntos complejos, en base al método CPP (Ciencia, Proletariado, Práctica social concreta), para poder ser luz en medio de tanta confusión y oscuridad. Y no, no será el fin del mundo como dicen los idealistas y los reaccionarios, será tan solo el comienzo de uno nuevo.
PROYECTO NUEVA JUVENTUD

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