miércoles, 19 de septiembre de 2018

EL PODER DE LAS NUEVAS CONVICCIONES


Leonardo da Vinci, Miguel de Cervantes, Ludwig van Beethoven, Fréderic Chopin, Franz Liszt, Antonio Vivaldi, Maximiliano Robespierre, Jean-Paul Marat, Louis de Saint-Just, Charles Darwin, Abraham Lincoln, Carlos Marx, Vladimir Ilich Lenin, Pdte. Mao Tsetung, José Carlos Mariátegui, Albert Einstein, Charles Chaplin, Antón Makarenko, Lev Vygotski, Pdte. Gonzalo, Stephen Hawking…y otros más…
Pese a ser personajes históricos tan distintos: artistas, políticos, científicos, nacidos en diferentes países y épocas, TODOS ELLOS tienen algo en común, cada uno en su tiempo se basaba en las nuevas y grandes convicciones, unos cuando la burguesía era democrática y revolucionaria, otros con el ascenso del proletariado, algunos abrazando con fuerza la ciencia.
He ahí la explicación del porqué su arte, sus luchas, sus escritos, sus investigaciones, llegaron a ser tan sublimes, exactos, transformadores; la razón por la cual tienen esa fuerza, esa energía tan intensa en su interior.  
Y no podría ser de otro modo, pues el cerebro humano (y si queremos ser más metafóricos, el corazón) sólo pueden dar grandes frutos cuando reflejan la realidad, la interpretan y luchan por transformarla. Y eso hicieron todos ellos, afianzados con las nuevas convicciones de cada época lucharon unos con la pluma, otros con la espada, algunos con ambas, por un mundo nuevo.
Sólo las nuevas convicciones (la ciencia y el marxismo actualmente; y, el liberalismo en su tiempo) permiten comprender y direccionar la realidad. No hay otro modo.
¿En qué se traduce esto actualmente?
1.-Los líderes, a excepción de quienes nos basamos en nuevas convicciones, NO tienen nada nuevo o avanzado que decir, hacer u ofrecer. Los viejos líderes (derecha, religiones, capitalistas) caminan en círculos, salpicados de podredumbre, se reciclan, son el pasado.
2.-Las familias y/o parejas, que ni siquiera se acercan un poco a las nuevas convicciones, son agrupaciones sociales profundamente aburridas, rutinarias, grises. De igual forma que en el punto anterior, no tienen nada nuevo o avanzado que decir, hacer u ofrecer. Por eso cuando se reúnen o citan, se la pasan casi todo el tiempo en el celular y no conversan de nada interesante.
3.-Pretender ser un gran artista, escritor, médico, abogado, docente, o líder social, sin basarse en las nuevas convicciones, es simplemente imposible. Se repetirían los dos puntos anteriores, no tendrían nada nuevo o avanzado que decir, hacer u ofrecer. No confundir la verdadera grandeza (social e histórica) con la ‘fama barata’ o el apoyo reaccionario del sistema.
4.-Alejarse de las nuevas convicciones tiene un precio: perder ese brillo, la fuerza, la energía, el carisma, la claridad y precisión. Desde luego son normales el ir y venir, los avances y retiradas, las limitaciones y errores de quienes luchamos.
5.-Muchas personas en la sociedad viven en un completo caos psicológico y emocional. Por inercia. Sin saber por qué ni para qué. Tratan de consolarse en religiones, redes sociales, consumismo, drogas, alcoholismo. Lo que les falta son las nuevas convicciones. Simple y concretamente.
¿Qué se puede hacer?
-En primer lugar leer, escribir y conversar mucho, el pensamiento se nutre de las tres cosas anteriores. Obviamente en este caso leer, escribir y platicar de filosofía, historia, arqueología, sociología, psicología, ciencias jurídicas, economía, etc.
-Salir al terreno de los hechos: para comprender la realidad social y personal hay que salir, caminar, recorrer, viajar; observar y analizar de forma directa para saber cómo son las cosas.
-Saber de qué tipo de gente nos rodeamos, no necesariamente tienen que pensar como nosotros, pero si ayudarles a tener una comprensión más dialéctica y avanzada de la sociedad y la vida.
-Y, finalmente, tratar al máximo de asegurarse unas mínimas condiciones económicas, materiales y logísticas de existencia, pues como sabiamente lo dijera Carlos Marx: el ser humano primero necesita comer, vestirse, tener un techo, y sólo entonces puede hacer filosofía, política, cultura.
Las nuevas convicciones son el único motor para un gran desarrollo intelectual y emocional, que pueden y deben ponerse al servicio de un mundo nuevo. 
NUEVA JUVENTUD 

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