Las
recientes elecciones presidenciales de EEUU han evidenciado en un solo día
muchas de las contradicciones políticas del mundo actual y ponen sobre la mesa
de debate cosas que hasta hace unas semanas estaban ocultas o deformadas:
1.-EEUU
es la principal súper-potencia imperialista del mundo. Ayer, pasadas las 22
horas, la inestabilidad política electoral de este país provocaba la caída de
las Bolsas de Valores de Europa, del eje Asia-Pacífico en un porcentaje del 5%;
el peso mexicano perdió el 10% de su valor frente al dólar; y, el petróleo cayó
en su cotización a 43 dólares por barril. Es decir, “si a EEUU le da gripe, al
resto del mundo le da pulmonía”. Ésta es la punta del iceberg de la gran crisis
económica que el sistema imperialista ha generado, genera y seguirá generando,
de la que los trabajadores y pueblos del mundo deben liberarse.
2.-¿Cómo
ha logrado EEUU ser tan influyente en el mundo entero? Se convirtió en gran
potencia a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial, básicamente a través de
cuatro mecanismos: a) el poder del dólar,
utilizando la usura financiera (Bolsas de Valores de Wall Street, FMI, Banco
Mundial); b) el gran poder industrial monopólico: ellos concentran las máquinas
y tecnología para su uso exclusivo, obligando a los países del tercer mundo a
comprarles su excedente productivo de autos, barcos, etc, e impiden que los
países pobres construyan industrias propias de alta tecnología, no simples
ensambladoras; c) saqueando las materias primas como petróleo, oro, cobre, madera,
agua dulce, de los países pobres; d) con el poderío militar, por medio de las
guerras y venta de armamento.
3.-Hillary
Clinton (Partido Demócrata) y Donald Trump (Partido Republicano), son en
esencia las dos caras de una misma moneda: ambos representan a distintas
corporaciones, a altos intereses imperialistas. Si acaso se “dividen” es por la
forma de administrar y repartirse los recursos de EEUU hacia adentro y hacia
afuera. Creer que “ella” era mejor que “él” o viceversa es erróneo. El pueblo
norteamericano eligió entre “malo” o “peor”, entre “cáncer” y “sida”. Como bien
lo decía el presidente Mao Tsetung: “Cuando decimos que el imperialismo es
feroz, queremos decir que su naturaleza nunca cambiará, que los imperialistas
nunca dejarán de lado sus cuchillas de carnicero ni se convertirán jamás en
Budas, y así hasta su ruina.”
4.-EEUU pese a su gran poderío económico y militar
no están sólos en el mundo. En el otro hemisferio emergen con fuerza “nuevas”
súper-potencias imperialistas (RUSIA y CHINA) que pugnan por el dominio
mundial. Por ende, la guerra es inevitable, es producto del desarrollo desigual
del capitalismo, de las propias contradicciones del sistema imperialista. No
pueden “convivir” dos o más países imperialistas, tarde o temprano tienen que
zanjar sus diferencias a través de la guerra para obtener más y mejores
mercados, materias primas y mano de obra barata. Esta ley histórica la
confirman la Primera y Segunda Guerra Mundial. Así que quienes “sueñan” con que
Wladimir Pútin será el “salvador del mundo” o que se viene una “alianza
pacifista Trum-Pútin”, decirles simplemente que despierten ahora que estamos a
tiempo, después en plena guerra será muy tarde.
5.-El imperialismo estadounidense pretende
mostrarse fuerte e invencible. Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, ha
tenido una “mejoría” transitoria, como la ligera recuperación por un par de
días del enfermo terminal, no obstante ya regresaron los síntomas que anuncian
el fatal desenlace, el colapso final. En estos años el proletariado y pueblos
del mundo estamos dispersos, resistiendo; sabemos que la gran oleada
revolucionaria iniciada con la revolución rusa de 1917 culminó en los años 90
del siglo pasado. Sin embargo, se viene una nueva gran ola revolucionaria
proletaria mundial hacia los años 2020 – 2025, esto tomando en cuenta los
indicadores económicos, políticos e históricos. Debemos prepararnos para nuevas
y grandes batallas que se vienen a futuro, y hacerlo ya, pues 4, 5 o 9 años
prácticamente son poco tiempo.
6.-¿Qué sucederá en el Ecuador con todo esto? Somos
un país DOLARIZADO, por ende súmamente atado a los intereses y decisiones
estadounidenses; el principal “socio” comercial de Ecuador siguen siendo los
EEUU, a donde enviamos el 44% de la producción petrolera y el 28% de otros
productos, según datos de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor /
2015); y, la principal maquinaria, vehículos y teconología que utiliza el Ecuador
provienen de los EEUU. En conclusión: nuestro país es una semicolonia de los
EEUU, podemos tener “himno nacional”, “escudo”, “elecciones” e incluso
“fronteras”, pero todo eso es puro simbolismo, meramente nominal, en el fondo
nos dominan económicamente y así seguirá mientras el pueblo no se rebele, rompa
sus cadenas y construya un nuevo poder.
7.-Los responsables de que Ecuador sea semi-colonia
de EEUU son los mismos “ecuatorianos” provenientes de las clases dominantes: ya
sean de la derecha “tradicional” o los “nuevos ricos” del correísmo, ya sean
quienes tienen grandes bancos y haciendas o los que se enriquecen como parte de
la alta burocracia dorada en ministerios, gobernaciones y otras dependencias
estatales. La gran burguesía ecuatoriana es la que traicionando a su patria
vende el país a las grandes potencias como EEUU, ya sea por medio del dólar,
las exportaciones-importaciones, la diplomacia, etc.
8.-¿Qué podemos hacer los hombres y mujeres
trabajadores y honestos, las personas democráticas y revolucionarias? Hay mucho
que hacer, pero comencemos diseñando los planos de lo que será el nuevo gran
edificio de la liberación nacional. Estudiar a fondo la geopolítica mundial
(era del imperialismo), la economía del país (capitalismo burocrático), los referentes
históricos de verdaderas revoluciones sociales (Rusia 1917-1956, China
1949-1976). Tenemos que comenzar a juntarnos entre quienes estamos en la misma
orilla de la lucha por una nueva sociedad.
Dejar en claro que SÍ se puede construir un nuevo
país independiente, próspero y soberano; hay que luchar contra el colonialismo
cultural y espiritual que el imperialismo ha implantado en las masas
haciéndoles creer que Ecuador es un país “insignificante”, “débil”, sin posibilidades
de gran desarrollo, que solo sirve para vender banano y petróleo o ensamblar
los carros de las grandes potencias. Tenemos en la historia ejemplos de que un
país por pequeño y pobre que sea, puede vencer al imperialismo si tiene una
correcta guía política como fue el caso de la guerra de Viet-nam.
Finalmente, tener un programa para el pueblo, para
darle un norte político y espiritual: por la república popular del Ecuador, nueva
democracia desde las comunas, sindicatos, barrios, gremios y federaciones, gran
industrialización y tecnologización de la economía nacional, lucha contra el
monopolismo bancario y empresarial, repartición de las grandes haciendas a los
campesinos pobres, apoyo a las pequeñas y medianas empresas, defensa de plenos
derechos y libertades del pueblo.
9.-El siglo XXI será sin duda un siglo muy difícil,
de grandes convulsiones económicas y sociales, de guerras imperialistas; pero
al mismo tiempo, será un siglo de lucha sociales, rebeliones y revoluciones, que
marcarán el fin del actual sistema, naciendo así nuevas naciones libres y
soberanas, nuevos estados de trabajadores, en definitiva un mundo nuevo de
auténtica justicia, paz y libertad.
NOVIEMBRE - 2016
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