Comenzamos
esta ponencia dejando en claro que el Ecuador, así como ningún otro país, está
aislado o al margen de los graves y crecientes problemas mundiales de pobreza,
guerras y corrupción que caracterizan al sistema imperialista, ya se trate de
EEUU, RUSIA, CHINA u otros. Que dicho sistema está ingresando a su gran crisis
general y última, que por ende se avecinan grandes revueltas sociales,
rebeliones y revoluciones, que la aparente “calma” y desorganización de los
pueblos es momentánea, pues la gran ola revolucionaria del siglo XX ya culminó,
pero se está gestando una nueva gran ola revolucionaria aproximadamente para
los años 2020 – 2025 según el riguroso análisis científico, económico e
histórico.
Dicho
esto, entremos en materia. Que las elecciones burguesas son una farsa completa
es una realidad que cada vez más sectores del pueblo lo van comprendiendo. Sin
embargo, todavía no está claro qué se debe hacer frente a esto. Y sobre eso
vamos a analizar y proponer.
Partimos
de la gran premisa: “análisis concreto de la realidad concreta”, y, aunque es
un poco ‘pesado’, tenemos que recurrir a la historia pues si no conocemos el
pasado, no entenderemos el presente y tampoco podremos transformar el futuro.
1.-EL
PROLETARIADO Y LA IZQUIERDA NO PARTICIPAN DE LAS ELECCIONES BURGUESAS DESDE
COMIENZOS DEL SIGLO XX
El
sistema parlamentario y electoral mundial nació entre los siglos XVIII y XIX de
la mano de la entonces naciente burguesía, cuando ésta luchaba contra el
feudalismo, la monarquía y la iglesia. En esos tiempos el capitalismo era de ‘libre
empresa’, por lo que en lo político y cultural se proyectaba como democrático y
revolucionario, como ejemplo principal de esto tenemos la gran Revolución
Francesa de 1789 que puso fin a siglos de tiranía de los reyes, y estableció la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Simultáneamente
a esto, en las primeras décadas del siglo XIX surge una nueva clase social, el
proletariado, que tenía dos enemigos: por un lado el viejo y agonizante
feudalismo y por otro lado la nueva y naciente burguesía. Por todas estas razones
anteriores, Carlos Marx y Federico Engels, representantes del proletariado
internacional y de la izquierda europea, aceptaron la participación de los
revolucionarios en las elecciones burguesas de esos años (1848 – 1895) como una
forma de luchar contra los rezagos del feudalismo y simultáneamente arrancar
conquistas a la burguesía.
Sin
embargo, a comienzos del siglo XX el capitalismo dejó de ser de ‘libre empresa’
y se transformó en ‘monopolista’, es decir en imperialista; por tanto dejó de
ser “democrático” y “revolucionario” para convertirse en reaccionario,
moribundo y parasitario, o como Lenin decía “la reacción en toda la línea”.
Comienza una regresión cultural de la ciencia hacia la religión, surge el
fascismo y hay recortes de derechos y libertades, se deja a un lado la independencia
de las naciones y se promueve el colonialismo, el militarismo, etc.
De
tal forma que a partir del siglo XX y más aún en el siglo XXI, en el actual
sistema parlamentario mundial, el proletariado y el pueblo ya NO tienen espacio
estratégico alguno, no tienen nada que hacer allí. Por eso, la izquierda NO
participa con candidatos en las elecciones burguesas desde aproximadamente comienzos
del siglo XX, teniendo como punto de referencia y partida la Gran Revolución
Socialista Rusa de 1917 y su posterior Declaración de los Derechos del Pueblo
Trabajador y Explotado (1918), donde se plantea una forma completamente
distinta de democracia: la de los Soviets de Diputados Obreros, Campesinos y
Soldados, lo que fue la base para la posterior construcción de la gran Unión
Soviética dirigida por Stalin.
2.-EL
ECUADOR Y SU SISTEMA POLÍTICO
El
Ecuador es un país de ‘capitalismo burocrático’, esto es semifeudal y
semicolonial, dividido en clases sociales. No tenemos industrias ni tecnología
propias, salvo de ensamblaje; la tierra productiva está concentrada en pocas
manos, de grandes terratenientes; no hay independencia y soberanía reales sino
tan solo de membrete, por ejemplo vivimos utilizando el dólar, la moneda
oficial del imperialismo estadounidense, y a costa de los préstamos financieros
de China, otra potencia mundial emergente.
Existen
dos facciones de la gran burguesía: la burguesía compradora (banqueros,
empresarios como Lasso, Viteri, etc) y la burguesía burocrática (alta
burocracia dorada como Correa, Moreno, Moncayo, etc). Por eso decimos que
Gobierno y “Oposición” son dos caras de una misma moneda, ambos burgueses,
ambos opresores; lo que se disputan es el reparto de ganancias, unos desde el
Estado, los otros desde la gran empresa privada. Esta gran burguesía ha creado un sistema
político opresor y represivo, por un lado el pueblo no tiene mayores derechos y
libertades, quienes deciden todo son una camarilla burocrática de entre 200 a
300 oligarcas (presidente, ministros, gobernadores, asambleístas, jueces y
fiscales) y por otro lado le sancionan
económica y administrativamente si no acuden a votar en las elecciones ($ 37,50
dólares, osea el 10% del salario básico).
A
nivel del movimiento de masas, desde el 2006 con el gobierno correísta se vive
un proceso de inflexión social con algunos episodios concretos de lucha: los
sindicatos fueron desmantelados, los gremios de maestros y estudiantes fueron
destruidos, se criminalizó toda lucha social independiente, se amordazó a la
prensa popular, y a la vez se crearon organizaciones “sociales” controladas por
el Estado – Gobierno correísta. Vivimos
un claro debilitamiento y dispersión de las luchas del pueblo. Saldremos de
esto, volveremos a formar sindicatos y comunas, gremios y federaciones,
coparemos calles, plazas y montañas, pero es un proceso largo y complejo. En
nuestro análisis eso va hacia los años 2020 – 2025 con todos los grandes
problemas del sistema imperialista mundial y que empujarán a las masas a la
lucha, a la rebelión…será el inicio de la nueva gran ola revolucionaria del
proletariado mundial.
3.-EL
“NO VOTAR”
Esta
consigna corresponde a dos escenarios: 1.-en “caliente”, frente al ascenso
sostenido de las luchas del pueblo, como el período comprendido entre 1997 –
1999 en el Ecuador (derrocamiento de los gobiernos de Bucaram y Mahuad); o en
la actualidad en México tras las grandes protestas del mes de enero contra el
‘gasolinazo’ en casi todo el país. 2.-en “frío” cuando la asistencia a votar es
voluntaria (independientemente de si hay ascenso o reflujo del movimiento de
masas) como por ejemplo en Colombia o Chile.
La
consigna de “no votar” en el Ecuador de hoy en día es inviable. Por un lado
estamos en un periodo de inflexión de la lucha de masas y por otro lado bajo un
sistema político de voto obligatorio, en estas condiciones llamar a no votar es
un error político, las masas no acogen dicho llamado, dispersa y aísla a la
izquierda, se convierte en pura fraseología.
Más
aún el boicot electoral corresponde a situaciones revolucionarias en desarrollo
(grave crisis económica y política, sumado a la existencia de un partido o
movimiento revolucionario fuerte) como sucedió por ejemplo en Rusia – 1905, en
China – 1948, o en el Perú – 1980. Discrepamos con quienes lo plantean, pues de
tanto repetir ciertas consignas sin una base material real, se desgastan y
convierten en estribillos. Desde luego, estas contradicciones entre nosotros y
ellos las consideramos en el seno del pueblo.
4.-VOTAR
EN BLANCO
Esta
consigna es un grave error político, muestra de debilidad, indiferencia e
indefinición.
5.-EL
VOTO NULO
Históricamente
en los sistemas políticos de voto obligatorio, el voto nulo es una señal de
rechazo contra los candidatos y partidos existentes, e incluso contra todo el
sistema electoral vigente. Tiene distintas formas de efectuarse: tachar toda la
papeleta, escribir comentarios en su interior, romperla, entre otras. Sin
embargo, la consigna del voto nulo “a secas” también es un error político, pues
es simple rechazo sin propuestas.
Por
eso nosotros levantamos el voto nulo con dos propuestas centrales: 1.-Ni el
correísmo, ni la “oposición”, viva la resistencia; y, 2.-Luchemos por una Nueva
Democracia.
Para
nosotros, la consigna del voto nulo ocupa un espacio táctico coyuntural, lo
importante y estratégico es construir la RESISTENCIA (al imperialismo, a la
oligarquía) como un espacio de masas independiente del correísmo y de la
“oposición”, que esté bajo la guía del proletariado, que se fortalezca con las
posiciones científicas y democráticas más avanzadas; y, que luche por la Nueva
Democracia (que en esencia es un nuevo poder del pueblo).
Debemos
poner mayor énfasis en la difusión de la propuesta de la NUEVA DEMOCRACIA,
cuyos ejes principales son:
-nuevo
poder del pueblo
-expulsión
del imperialismo (ya sea EEUU, RUSIA, CHINA…)
-industrialización
del país
-gran
reforma agraria
-nueva
cultura de masas
6.-CONCLUSIÓN
La
pérdida de legitimidad de las elecciones burguesas y del sistema de partidos
políticos en el Ecuador está creciendo considerablemente, producto de la crisis
económica del capitalismo burocrático y de tanta corrupción en ministerios,
municipios, etc. De ahí que un importante sector de las masas rechaza con su
voto (voto nulo) esta farsa electoral. Es correcto levantar esa bandera
política de protesta con las correspondientes propuestas de cambio.
Obviamente
sería muchísimo mejor que las masas salgan a las calles a luchar y no acudan a
votar, pero eso hoy por hoy en el Ecuador no es una realidad, y los revolucionarios
nos guiamos no por nuestros deseos subjetivos personales, sino por la ciencia,
la filosofía materialista proletaria y la práctica social concreta.
No
nos atemorizan las gritos destemplados del correísmo y la “oposición” en contra
de quienes queremos forjar una nueva corriente de masas, la RESISTENCIA, en
contra de quienes no nos sometemos ni a EEUU ni a CHINA, en contra de quienes
levantamos la bandera roja del Presidente Mao Tsetung.
Que
digan todo lo que quieran ellos y sus fieles seguidores, al fin y al cabo la
historia no se detiene, el cambio es inevitable, nosotros nos movemos con el
curso de la misma evolución natural, de las leyes históricas, de la ciencia y
la filosofía, tiempo más tiempo menos, todo el sistema imperialista se vendrá
abajo, antes y en medio de eso se desarrollarán decenas y centenas de
rebeliones y revoluciones, nacerán nuevas repúblicas democráticas y
auténticamente socialistas en todos los rincones de la Tierra.
¡NI EL CORREÍSMO, NI LA “OPOSICIÓN”,
VIVA LA RESISTENCIA!
¡VOTA NULO!
¡LUCHEMOS POR UNA NUEVA
DEMOCRACIA!
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