1.-El correísmo es fascismo
El
fascismo es la negación de los derechos demo-liberales establecidos
mundialmente a partir de la Revolución Francesa de 1789. Surge en Europa en el
periodo de entreguerras (1919 – 1939) concretamente en Italia, Alemania y
España como un intento desesperado de las clases dominantes por frenar la lucha
del pueblo, destruir la revolución del proletariado y lograr la “paz social”
entre opresores y oprimidos ‘uniendo’ a todos bajo el liderazgo de un personaje
“carismático”, con un discurso seudo-socialista/nacionalista y con un gran
Estado fuerte y represivo. El fascismo es hijo de dos padres reaccionarios: el
imperialismo y la feudalidad.
En
el Ecuador el fascismo surge en el 2006 después de un largo periodo de
convulsión social (1995 – 2005) y de la mano de Correa y Alianza País,
obviamente es una versión de fascismo ‘moderno’ acorde al siglo XXI y conforme
a un país pobre, andino y tropical como el nuestro.
Este
régimen desde el 2007 destruyó la clásica división de los poderes del Estado,
concentrando todas sus funciones en el ejecutivo y concretamente en el
presidente. Es reaccionario y regresivo: recorta los derechos y libertades del
pueblo; es ‘corporativista’ destruyó los sindicatos y gremios independientes,
para reemplazarlos por organizaciones sociales absolutamente controladas por el
Estado – Gobierno. Se disfraza de “socialista” y “nacionalista” para
enriquecerse, defender la corrupción y la traición a la patria. NO tiene
ideología definida, es ecléctico, oportunista, el correísmo es ‘creyente y
ateo’, de ‘izquierda y de derecha’, ‘capitalista y socialista’, ‘progresista y
conservador’, todo según su propia conveniencia política – electoral. Hace de
la propaganda falsa el eje de su política gubernamental.
Si
ponemos atención uno de los principales ejes del discurso correista es que en
esta ‘década ganada’ se acabaron los paros, huelgas, marchas, protestas y
reclamos, lo que objetivamente es el anhelo histórico del imperialismo y la gran burguesía: un país donde se pueda
explotar, oprimir y estafar a diestra y siniestra y sin que nadie levante la
cabeza a protestar… y ¡qué mejor si todo esto se lo hace bajo un discurso
“revolucionario” y/o “nacionalista”!
Por
ende el BLANCO PRINCIPAL de los pueblos y la revolución en el Ecuador en el
presente momento histórico es el CORREÍSMO FASCISTA, y la lucha por desmontarlo
no es a través de los votos (pues es un problema mucho más profundo) sino desde
el esclarecimiento ideológico del pueblo, la propaganda política marxista, la
agitación callejera, en las aulas universitarias, el arte y la cultura,
reconstituyendo organizaciones sociales independientes, luchando por la defensa
y reconquista de los derechos y libertades, en definitiva forjando las filas de
la resistencia. Esta lucha es a corto y mediano plazo.
2.-El capitalismo burocrático en
el Ecuador
Nuestro
país es semi-colonial y semi-feudal. Semi-colonial porque solo tenemos soberanía
de ‘papel’, en los hechos nos oprimen las grandes potencias, por ejemplo los
EEUU a través del dólar y el comercio desleal, y CHINA por medio de los
préstamos bancarios usureros; además dichas potencias NO permiten que tengamos
industria nacional desarrollada, salvo de ‘ensamblaje’ lo que esclaviza al
Ecuador a las grandes corporaciones extranjeras.
Semi-feudal
porque existen grandes remanentes del sistema feudal de hace dos siglos, como
por ejemplo la concentración de las mejores tierras productivas en manos de
unos cuantos miles de terratenientes; además en el campo persisten formas de
producción muy atrasadas, artesanales. Todo eso se expresa en la cultura social
como un país muy clasista, con racismo, regionalismo, machismo y feminismo
extremo, fanatismos religiosos, entre otros.
La
GRAN BURGUESÍA ecuatoriana tiene DOS FACCIONES: la BUROCRÁTICA (quienes se
enriquecen a través del Estado por medio de contratos, obras públicas, etc.,
como la cúpula del correísmo) y la COMPRADORA (quienes se enriquecen por medio
de la gran empresa privada y los bancos como Lasso, Nebot, y otros).
En
este periodo histórico es la gran burguesía burocrática representada por el
correísmo quien controla el Estado y la Economía del país, sin embargo la gran
burguesía compradora también se ha beneficiado enormemente en estos años como
es el caso de las grandes fortunas amasadas por los bancos Pichincha y
Guayaquil. Si acaso existen “contradicciones” entre el correísmo y la
‘oposición’ es por el reparto de ganancias; es decir, contradicciones no
antagónicas en el seno de las clases dominantes.
En
ese sentido y a nombre de la izquierda llamar a votar por Lasso para ‘derrotar’
al correísmo es, en el mejor de los casos, una grave ceguera política y en el
peor de los casos una traición abierta al pueblo. Nuestra lucha es contra el
correísmo fascista y contra la derecha tradicional, lógicamente priorizando el
combate teórico, político y propagandístico contra la facción de la burguesía
burocrática que es la que actualmente se encuentra en el poder.
3.-La izquierda y las elecciones
burguesas
¿Debe
el proletariado participar en las elecciones burguesas? El proletariado y la
izquierda en el mundo participaron activamente de las elecciones burguesas a lo
largo del siglo XIX y comienzos del XX. En ese momento el capitalismo era de
‘libre empresa’ y mantenía ciertos rasgos democráticos y revolucionarios contra
la decadente monarquía y el sistema feudal que se derrumbaba. En ese tiempo era
CORRECTO hacerlo.
Después,
a comienzos del siglo XX y específicamente hacia la Primera Guerra Mundial el
capitalismo deja de ser de libre empresa y se convierte en ‘monopolista’ es
decir en IMPERIALISTA, deja de lado sus posturas democráticas y liberales para
convertirse en rentista, parasitario, moribundo, militarista, fascista. A
partir de entonces, el proletariado y la izquierda ya NO participan de las
elecciones burguesas pues este es un espacio completamente reaccionario; al
contrario surge la época de las SOVIETS es decir los ‘consejos de diputados
obreros, campesinos y soldados’ lo que es un nuevo poder de los trabajadores respaldado
por las calles y las armas, como sucedió en la Revolución Rusa de 1917 y las
Comunas Rojas de Mao desde 1927 hasta el triunfo en 1949.
Por
esta gran razón histórica nosotros NO participamos de las elecciones burguesas,
al contrario buscamos difundir en el pueblo la necesidad de construir un nuevo
poder desde las calles y plazas, a través de asambleas populares y la lucha
social.
Rechazamos
a la falsa izquierda, tanto la que apoya al correísmo fascista como el viejo
“Partido Comunista Ecuatoriano”, los “Socialistas” y “Alfaro Vive”, así como a
la otra falsa izquierda del PCMLE – Unidad Popular y Pachakutic que apoyan a Lasso disque para
“combatir al correísmo”. Todos estos revisionistas y oportunistas aplican el
viejo y podrido principio de Bernstein: “el movimiento lo es todo, el fin no es
nada”, es decir priorizan el hecho de tener gente, masas y espacios políticos a
cualquier precio.
Para
los verdaderos marxistas es a la inversa: priorizamos el fin, la meta, el
programa, y de ahí buscamos como trabajar el movimiento de masas, por eso no
nos “duele” estar en minoría momentáneamente, eso es pasajero, relativo y
coyuntural, hoy las masas piensan de un modo, luego viene la crisis, la lucha,
las masas se concientizan, se tiene apoyo, es algo fluctuante pero al fin y al cabo
los revolucionarios luchamos por un programa y no por simples coyunturas de
politiquería y oportunismo.
4.-Forjar la resistencia
En
el país, los grandes sectores de masas están divididos principalmente entre el
“correísmo fascista” y la “oposición”, es decir entre el pueblo que es
manipulado por la gran burguesía burocrática y la otra mitad del pueblo que es
manipulada por la gran burguesía compradora. Para lograr un verdadero cambio
social es indispensable que forjemos una nueva corriente de masas del pueblo:
la RESISTENCIA.
La
resistencia (al imperialismo, a la oligarquía) es un espacio de masas
independiente que NO se identifican ni con el correísmo fascista ni con la
oposición de la derecha tradicional, sino que luchan por un nuevo país, una
nueva democracia, un nuevo poder del pueblo y se guían por la ciencia y el
proletariado. Hoy por hoy las filas de la resistencia son pequeñas, pero pueden
y deben crecer, el contexto internacional y nacional van tornándose favorables.
El análisis histórico, científico y económico nos vaticina que aproximadamente
hacia los años 2020 – 2025 se viene el comienzo de la Nueva Gran Ola de la
Revolución Proletaria Mundial. Poco a poco saldremos del reflujo y podremos
pasar a la ofensiva. Por ahora nos toca RESISTIR.
Las
filas de la resistencia se nutrirán de la amplia propaganda marxista por una
nueva sociedad, de la construcción de organizaciones sociales nuevas, de
conferencias a la juventud, de pequeñas luchas sociales que vayan tomando
cuerpo, de la difusión de la ciencia y la cultura entre el pueblo, con el
programa de la Nueva Democracia, en base al lnternacionalismo Proletario (la
vida y la lucha no terminan en los estrechos márgenes de la politiquería
local), etc. La resistencia deberá convertirse en un espacio de sobrevivencia
para el pueblo, con sus propios sistemas de comercio, justicia, ollas
populares, lucha social, mingas, producción agrícola colectiva, entre otros.
5.-Luchemos por una Nueva
Democracia
En
el presente periodo histórico el Ecuador necesita liberarse de tres montañas
que lo oprimen: el imperialismo (EEUU, CHINA), el capitalismo burocrático (la
gran burguesía) y la semi-feudalidad (los terratenientes, el atraso del agro y
el retraso cultural). Para el efecto corresponde forjar las filas de la
resistencia y luchar por una Nueva Democracia, un nuevo poder del pueblo.
En
esencia la Nueva Democracia tiene 6 ejes:
-Nuevo
poder del pueblo
-Soberanía
económica, financiera y monetaria
-Industrialización
del país
-Gran
reforma agraria
-Defensa
de la PYMES, combate al monopolio
-Nueva
Cultura de masas
¡CONTRA EL CORREÍSMO FASCISTA Y
LA DERECHA TRADICIONAL, VOTEMOS NULO!
¡FORJEMOS LA RESISTENCIA!
¡LUCHEMOS POR UNA NUEVA
DEMOCRACIA, POR UN NUEVO PODER DEL PUEBLO!