lunes, 15 de mayo de 2017

EL MANIFIESTO COMUNISTA Y LA REVOLUCIÓN PROLETARIA EN LA ACTUALIDAD



1.-Importancia histórica y estratégica del Marxismo
El marxismo estratégicamente es invencible; puede ser derrotado temporalmente, en ciertas batallas, en determinados periodos de tiempo, es decir, tácticamente; pero a largo plazo está condenado a vencer. ¿Qué hace a esta ideología ser tan fuerte, sólida e imposible de derrotar?
El marxismo no es el ‘pensamiento’ abstracto de Carlos Marx ni de sus continuadores. No nació en una noche de “inspiración” al estilo de los poetas románticos, ni tampoco en una montaña lejos de la realidad social al estilo de los pensadores irracionalistas de la burguesía.
El marxismo se nutre del pensamiento y la acción de los movimientos y corrientes más avanzados de la humanidad del siglo XIX, a saber: el socialismo francés, la filosofía alemana y la economía política inglesa. Nació en medio de las grandes luchas sociales emprendidas por el proletariado industrial europeo, es decir en medio de la sangre y la pólvora, de los gritos de guerra y las banderas rojas, de las comunas y la pasión por forjar un mundo nuevo. El marxismo es el REFLEJO de la realidad social concreta del mundo contemporáneo y una guía científica para su transformación.
Son esas dos características las que lo hacen invencible: 1.-Es científico, es decir es un conocimiento objetivo, comprobado, de validez universal y sujeto a leyes y principios; y, 2.-Es la ideología del proletariado, esto es la clase social más avanzada y última del desarrollo histórico de la humanidad. Conclusión: el marxismo –el auténtico- representa la cúspide de aproximadamente 10 mil años de civilización humana y lucha de clases.  
2.-El mundo de hoy en día
No hace falta ser grandes economistas o sociólogos para darnos cuenta que el actual sistema mundial está entrando en bancarrota general: grandes crisis económicas; contradicciones sociales irreconciliables;  guerras de opresión; enfermedades y pandemias creadas por las mismas corporaciones imperialistas; gobiernos corruptos; resurgimiento del fascismo en varios países como México, Venezuela, Ecuador y Bielorrusia; fanatismos religiosos; misoginia y misoandria; destrucción de la naturaleza; pobreza extrema de cientos de millones de personas junto a un puñado de multi-millonarios; EEUU, RUSIA y CHINA preparando la futura Tercera Guerra Mundial; huelgas y protestas crecientes en los cinco continentes… El sistema capitalista – imperialista está entrando en su gran crisis general y última, la que provocará su hundimiento histórico definitivo. No hablamos de meses o años, sino de décadas por delante, lo que en términos históricos y sobretodo de preparación política revolucionaria, es poco tiempo.
La principal contradicción que existe en el mundo de hoy en día es la que se da entre el IMPERIALISMO de un lado, y las NACIONES Y PUEBLOS OPRIMIDOS del otro.
3.-Fin de la Gran oleada del siglo XX, comienzo de la del siglo XXI
Si el marxismo es invencible y muy sólido… ¿por qué en la actualidad muchos reniegan del mismo?, ¿por qué ‘viejos’ izquierdistas incendiarios en los 60 y 70 del siglo XX, son ahora bomberos de la revolución?, ¿por qué hay desaliento, desánimo y un “sabor a derrota” en muchos partidos y movimientos de izquierda?
La gran oleada revolucionaria del siglo XX ya finalizó en 1992. Fue grandiosa: nos dió la Revolución Rusa de Octubre de 1917, derrotó al fascismo y al nazismo en la Segunda Guerra Mundial, permitió la revolución China de nueva democracia en 1949…, sus últimos grandes combates fueron la Gran Revolución Cultural Proletaria entre 1966 – 1976 y la Guerra Popular en el Perú de 1980…
Pero la revolución no es lineal, tiene recovecos, zig zags, triunfos y derrotas, avances y repliegues. La primera gran derrota del proletariado internacional fue en 1956 en la Unión Soviética,  en el XX Congreso del PCUS y tras la muerte de Stalin en 1953. La segunda gran derrota fue en 1976 tras la muerte del Presidente Mao Tse Tung y el posterior golpe revisionista contrarevolucionario de Teng Siao Ping. Finalmente en 1992 tres acontecimientos marcaron el fin de esta oleada: la caída de la Unión Soviética (que si bien era social-imperialista, en el imaginario de las masas representaba un cierto dique a la expansión imperialista de occidente); la firma de la paz por las guerrillas centroamericanas y la captura del Presidente Gonzalo por el gobierno fascista de Fujimori.
A partir de 1992 viene en el mundo un reflujo del movimiento revolucionario de masas. De ahí que sea difícil y complejo organizar la revolución en estos tiempos, inclusive mucho más que en la Rusia zarista o la China feudal. Esta realidad objetiva, sumada a la falta de preparación marxista de muchos líderes e intelectuales, produce ese derrotismo y desaliento. Muchos se van hacia otras tendencias, hacia el revisionismo más descarado, al oportunismo, al parlamentarismo burgués, a las religiones e incluso a la derecha tradicional o al fascismo.
No se logra comprender que las derrotas y reflujos son pasajeros, que todo está en constante cambio y movimiento, que la historia jamás se detiene ni tampoco va hacia atrás. Un ejemplo de todo esto es la derrota de la Comuna de París de 1871, que marcó el fin de la oleada de 1840 – 1871. De 1872 en adelante y por varias décadas, muchos se alejaron del marxismo “derrotado”, otros incluso lo “revisaron” de ahí nace el primer revisionismo del alemán Berstein. La intelectualidad burguesa gritaba a todo pulmón: “el marxismo no sirve”, “el capitalismo será eterno”, etc. Llegó el siglo XX y con él, el imperialismo, se venía fermentando una nueva oleada revolucionaria que estalló, otra vez el marxismo y la revolución proletaria estuvieron en auge.
El riguroso análisis histórico y económico nos permite comprender que el mundo camina hacia una Nueva Gran Ola Revolucionaria Proletaria Mundial que iniciará aproximadamente entre los años 2020 – 2025. Sería muy extenso explicar al detalle este planteamiento aquí, pero basta mencionar algunas pistas: la gran burbuja financiera mundial de 200 billones de dólares; China 2021 la primera súper-potencia mundial imperialista; la gran crisis sanitaria internacional; la derrota del revisionismo; y, la creciente ola de protestas en todo el mundo. Con el inicio de esta nueva gran ola, el marxismo y la revolución proletaria estarán nuevamente a la orden del día.
4.-Errores y limitaciones en la aplicación del Marxismo
El marxismo no es un dogma, sino una guía para la acción, y como tal debe aplicarse según el análisis concreto de la realidad concreta. Además, el marxismo no es exclusivamente una doctrina política, sino una CONCEPCIÓN DEL MUNDO, es decir una teoría íntegra que analiza la Naturaleza, la Sociedad y el Pensamiento, y abarca no solo la lucha de clases en el terreno político y económico, sino también en lo filosófico, cultural, social, sexualidad y pareja, psicología social, etc.
El marxismo debe tomarse como una gran bandera que debe ser flameada junto a otras dos: la ciencia y la práctica social concreta. Es decir, para nosotros la guía revolucionaria la conforman tres grandes y poderosas banderas: 1.-la ciencia; 2.-el proletariado (filosofía y praxis marxista) y, 3.-la práctica social concreta.
Corresponde organizar y reorganizar las filas proletarias, forjar nuevos líderes marxistas, construir espacios de masas con perspectiva de nuevo poder, generar lucha de dos líneas en el seno de los revolucionarios y del mismo pueblo para determinar el camino a seguir.
5.-Perspectivas de este siglo
El siglo XIX fue el del nacimiento del proletariado, su niñez y adolescencia, luchó y sentó las bases de su personalidad y proyecto histórico. En el siglo XX, el proletariado, ya joven, se levantó por un mundo nuevo, pero cómo todo joven, inexperto, fue derrotado temporalmente. El siglo XXI, el proletariado, ya en plena edad adulta, con madurez ideológica, con gran experiencia pasada, incluídas las cicatrices del combate, entrará en su gran batalla decisiva por cambiar el mundo; es la lucha entre un proletariado y pueblos en plena edad adulta, fuertes y vigorozos, contra un sistema imperialista mundial viejo, decadente y enfermo. En conclusión, el siglo XXI será el siglo del triunfo de la revolución proletaria (de nueva democracia, socialistas y culturales) a escala mundial y de forma definitiva.
PROYECTO NUEVA JUVENTUD
nuevajuventud20.blogspot.com
nuevajuventud20@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario